Restauraré tu bienestar...

A veces es curioso, intenso, paranormal y inequívoco la forma en que Dios habla. Por la mañana recibí un correo que se basaba en el capítulo 3 del profeta Sofonías y justamente fue el capítulo que me correspondía leer para el día de hoy. Si alguien más lo menciona en las próximas horas creo que gritaré. 

Bueno dejemos por un lado la intensidad, y mencionemos los puntos importantes, dos o tres versos fueron los que me llamaron poderosamente la atención al leer el capítulo completo, les dejo los primeros  dos:

Sofonías 3:2

Nadie puede decirle nada;    rechaza toda corrección. No confía en el Señor  ni se acerca a su Dios.

Sofonías 3:7

Yo pensé: “¡Seguramente ahora me temerán!    Sin duda, escucharán mis advertencias.Entonces no necesitaré intervenir otra vez    y destruir sus casas”.¡Pero no es así! Se levantan temprano    para continuar con sus malas acciones.

Y es curioso, como esos versículos golpean fuertemente mi corazón, no saben cuanto. Me hacen ver que yo soy "algo así". Cuando me empecino en una necedad nadie puede decirme nada, rechazo el consejo o corrección, me alejo de Dios y no puedo confiar en Él. Duramente puedo ver que soy orgulloso muchas veces aún cuando Dios me ha hablado de su grande amor para conmigo. Es complicado, porque probablemente no es la imagen que suelo vender. El segundo verso, es luego de que Dios llama la atención, pero muchas veces soy como el necio que se hace el desentendido y regreso a mis malas acciones. Puedo ver que necesito el perdón de Dios. 

Sin embargo me llena de gozo como termina el capítulo y es lo que les quiero enseñar, y es lo que quiero resaltar del capítulo porque sé que viene de la boca de Dios. 

Sofonías 3:20

En ese día los reuniré    y los traeré de regreso a casa.Les daré un buen nombre, un nombre distinguido    entre todas las naciones de la tierra,cuando, ante sus propios ojos, restauraré tu bienestar.    ¡Yo, el Señor, he hablado!

Ciertamente, Dios es bueno, el me regresará a casa, me dará un nombre, un buen nombre, algo distinguido, a pesar de que no lo merezco, el tendrá misericordia una vez más y que cosa más impactante, restaurará mi bienestar.