Proyecto J

Algunas veces olvidamos quienes somos, que hoy no sea el día, que esta vez no ocurra...

22 El que fue sembrado entre espinos, éste es el que oye la palabra, pero el afán de este siglo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y se hace infructuosa. Mateo 13:22 Esta semana he centrado mi lectura en el libro de Mateo ( como pudieron darse cuenta ), en el pasaje de Mateo 13:1-9 , el Señor se encuentra como todos saben enseñando la Parábola del Sembrador y describe como el Sembrador salió a sembrar y como actúan la semillas dependiendo del lugar en donde "cayeron" o fueron plantadas, recuerdan, junto al camino, en los pedregales, entre espinos y buena tierra y describe muy bien como ocurrió con cada semilla.  Más adelante Jesús les explica claramente que significa la parábola que les acaba de enseñar. Y me llama poderosamente la atención la condición de la "...Semilla sembrada entre los espinos...", en el verso 22, indica que esta representa a aquellos que oyendo (si, oyendo, es decir van a la Iglesia, participan de ella, se congregan, re

Debo reconocer que por mucho, éstas últimas semanas, la palabra ansioso (entre otras) me describe perfectamente. Por muchas cosas, probablemente del 100% de las cosas que tengo en mente, solamente un 30% dependan de mi y todas las demás son circunstanciales. Hoy he decidido iniciar con una serie de pensamientos y reflexiones que probablemente terminen con una oración indicando mi intención de poder acercarme más a Dios.  Jesús enseño en Mateo 6:25-34 acerca del afán y la ansiedad.  En el pasaje, Jesús hace las siguientes preguntas:  ¿No es la vida más valiosa que la comida? ¿No es el cuerpo más valioso que el vestido?  ¿No vales más que las aves del campo?  ¿Por qué te afanas? Y son preguntas que vienen a confrontarme con mi realidad, muchas veces me encuentro preguntándome y queriéndome encargar con mis propios razonamientos, con mis propias fuerzas, pensando que es lo mejor según mi percepción de la realidad en este mismo instante. Al finalizar el pasaje d

Esta semana en particular, ha sido corta. He tenido oportunidad de leer, de detenerme en el camino, de hacer una pausa y de evaluar. No porque me lo haya propuesto, sino que por alguna razón se ajustaron las cosas a que sucedieran de este modo. "Semana Corta", tres días laborales y luego fiestas patrias y continuó el fin de semana. Aquí me encuentro unas horas antes de que termine el sábado, tratando de esbozar unas líneas con el fin de "documentar" esta semana.  He iniciado el Discipulado en la Iglesia (IBVNG), que me tiene particularmente expectante de lo que aprenderé, no sólo la información sino por lo que pienso que puede traer a mi vida. Y efectivamente, aunque tengo un par de años ( 16 años para ser exactos ), no diré que no conozco Su ¨Palabra, si la conozco, pero quiero ir un poco más allá, conocerlo desde una experiencia más íntima, más profunda y más personal. Sé que tengo algunos "vicios" en mis creencias y quiero poder disminuirlos y

Sé que el título de mi post se presta a interpretar que las siguientes líneas tratarán de alguna manera, la acusación sobre los pecados que cometemos, sin embargo, mi intención va más allá de ésta conclusión simplista.  En las últimas dos semanas, este tema ha sido recurrente y sí, ha sido recurrente en la Iglesia a la que estoy asistiendo actualmente. Dedicaré unas líneas en otro próximo post sobre esta experiencia . Y es que la verdad, este tema me ha dejado sumamente inquieto y profundamente pensativo sobre mi realidad como humano necesitado de la gracia y el perdón de Dios, y no una vez, sino continuamente, diariamente. Y es que es sumamente revelador, que en mi naturaleza humana no puedo hacer nada por no ser un pecador, la Biblia dice: 10 como está escrito: No hay justo ni aun uno; 11 no hay quien entienda, no hay quien busque a Dios. 12 Todos se apartaron, a una fueron hechos inútiles; no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno .  Romanos 3:10 –

Siempre he pensado que soy bueno con las letras, que tengo habilidades excepcionales con las palabras. De tal forma, que siempre he preferido el lenguaje escrito sobre el lenguaje oral, algunas personas lo consideran como una excusa para no dar la cara frente a una situación, pero para mí no lo es, sino que es la forma más adecuada de poder expresar mis pensamientos, sentimientos e ideales. En los últimos meses, quizás, días, no lo sé... las 27 letras y los 5 dígrafos del idioma español, no me han alcanzado para poder expresarme, por lo menos no con algunas personas, no lo entiendo a la perfección, sin embargo aquí estoy, tratando de escribir en un texto que quizás nadie tomará el tiempo de leer, pero donde expreso que necesito las palabras, necesito las letras para poder señalar aquello que siento, pienso y vivo.  Mis letras se han acabado, mis pensamientos están estancados...