¿Preocupación = Riesgo?


22 El que fue sembrado entre espinos, éste es el que oye la palabra, pero el afán de este siglo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y se hace infructuosa.
Mateo 13:22

Esta semana he centrado mi lectura en el libro de Mateo (como pudieron darse cuenta), en el pasaje de Mateo 13:1-9, el Señor se encuentra como todos saben enseñando la Parábola del Sembrador y describe como el Sembrador salió a sembrar y como actúan la semillas dependiendo del lugar en donde "cayeron" o fueron plantadas, recuerdan, junto al camino, en los pedregales, entre espinos y buena tierra y describe muy bien como ocurrió con cada semilla. 

Más adelante Jesús les explica claramente que significa la parábola que les acaba de enseñar. Y me llama poderosamente la atención la condición de la "...Semilla sembrada entre los espinos...", en el verso 22, indica que esta representa a aquellos que oyendo (si, oyendo, es decir van a la Iglesia, participan de ella, se congregan, reciben la palabra) la palabra, aún así, todo el afán de este siglo (dinero, riquezas, tendencias, conocimiento, grados académicos, deportes, gadgets, sexo, música, etc) todo eso, ahogan la palabra y no producen fruto, esa palabra no da fruto, no germina en ellos. 

Me hace pensar en mi, en mi propia vida, ¿la Palabra de Dios da fruto en mi vida? ¿ese Fruto es evidente para los demás? ¿Será que los afanes de este mundo me están "marchitando" espiritualmente? ¿me afano tanto por el trabajo que descuido mi relación con Dios? ¿Es más importante para mi el tener que el ser? ¿me validan únicamente mis títulos y no realmente quien soy en Dios? ¿gasto toda mi energía en mantener mi cuerpo (no solo saludable) sino que estéticamente bello? ¿en que me afano? ¿olvido lo que escucho? ¿son mis preocupaciones y afanes un riesgo para mi crecimiento espiritual? 

Hoy reconozco que mis preocupaciones y mis afanes pueden poner en riesgo mi relación contigo Dios, pueden poner en riesgo el crecer espiritualmente. Señor, ve mi interior, escudriñame y no permitas que las espinas de mi vida minen mi relación contigo. Quiero hacer de mi relación contigo una prioridad, que ocupes el primer lugar en mi vida, aceptando que muchas veces he ido detrás de mis propias preocupaciones y haciendo que tu Palabra no de fruto en mi vida. Te pido Señor que permita que tu Palabra sea sembrada en mi corazón y que mi corazón sea buena tierra para que produzca frutos, frutos de arrepentimiento y frutos del Espíritu Santo. Confío en que tu me escuchas. 
Amén.


7 echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.
1 Pedro 5:7

28 La ansiedad me corroe el alma;¡susténtame con tu palabra!
Salmo 119:28

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