Ansioso

Debo reconocer que por mucho, éstas últimas semanas, la palabra ansioso (entre otras) me describe perfectamente. Por muchas cosas, probablemente del 100% de las cosas que tengo en mente, solamente un 30% dependan de mi y todas las demás son circunstanciales. Hoy he decidido iniciar con una serie de pensamientos y reflexiones que probablemente terminen con una oración indicando mi intención de poder acercarme más a Dios. 

Jesús enseño en Mateo 6:25-34 acerca del afán y la ansiedad. 

En el pasaje, Jesús hace las siguientes preguntas: 

¿No es la vida más valiosa que la comida?

¿No es el cuerpo más valioso que el vestido? 

¿No vales más que las aves del campo? 

¿Por qué te afanas?

Y son preguntas que vienen a confrontarme con mi realidad, muchas veces me encuentro preguntándome y queriéndome encargar con mis propios razonamientos, con mis propias fuerzas, pensando que es lo mejor según mi percepción de la realidad en este mismo instante. Al finalizar el pasaje de lectura, en el versículo 34 dice lo siguiente: 

Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.

Mateo 6:34

Señor, ayúdame a confiar HOY en ti, a saber que mi vida está segura en ti, a que no existo solo por existir, que mi vida es de estima para ti, a saber que no soy el resultado de una combinación al azar. 

Confío en que si hoy las cosas no salieron como pensé, como planifiqué, como creí  que iban a salir, las cosas mañana mejorarán, mañana tendré una nueva oportunidad, podré iniciar de nuevo. 

Dios, enséñame a descansar en ti, a confiar en que tu cuidarás de mi, de mi familia y amigos, a estar seguro que tu puedes hacer aquello que yo ya no puedo hacer más. Me abandonó en ti. 

Amén. 

Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.

Filipenses 4:6‭-‬7