Proyecto J

Estamos a unas cuantas horas de que termine el 2014 y arranquemos el 2015 con todo lo que da. Creo que es un buen momento para sentarme, meditar, reflexionar y escribir. Cómo diría mi Pastor, "¿Hacia donde me quiero mover el próximo año?, ¿es medible?, ¿es alcanzable? ¿en cuanto tiempo? ¿cómo están mis relaciones? ¿cuál es la excusa que debo vencer para poder alcanzar lo que quiero en cualquier área en la me desarrollo? ¿cuál es la pequeña acción que debo empezar a hacer de manera constante para realizar un cambio permanente en mi vida?  Realmente no pretendo escribir cuáles son las metas que quiero alcanzar o cuáles son mis propósitos para éste año que está por iniciar. Creo que muchas veces nos ponemos las metas de manera muy parecida:  Perder peso  Terminar de estudiar (comenzar a estudiar)  Cambiar de trabajo (mejorar economicamente)  Adquirir un hábito sano (leer, hacer ejercicio, escribir)  Aprender algo nuevo (bailar, cocinar) Mejorar las relaciones (inv

Siempre al finalizar cada año, escribo algo sobre lo que representó o lo que me dejó de aprendizaje los 365 días que están por finalizar. Este año no será la excepción. Sin embargo, ésta vez lo trataré de escribir de la manera más sencilla, más simple y probablemente sin estructura. Quiero sin tratar de arreglar el argumento con un tinte espiritual, compartirles lo que significa que estén por terminar las últimas horas de éste año.  Contrario a lo que podría publicar en cualquiera de mis redes sociales, que ha sido un gran año, que he tenido mucho aprendizaje, que he vivido cosas inigualables ( absolutamente cierto ). No, en esta oportunidad no lo describiré así. Este año ha representado un verdadero desafío. Desde el inicio del mismo.  Este 2014 empezó con un torbellino de emociones, tratando de arreglar lo que descompuse en el 2013. Recoger las piezas, ponerlas en la mesa y pedir ayuda. Ser completamente vulnerable, abierto, honesto y transparente. Empezar completament

Este es el tercer año que dedico un par de líneas a la Celebración que marca una fecha al año. Sé que muchos, dedican este tiempo a celebrar con su familia, teniendo convivios, cenas y reuniones familiares; claro, que no es para nada malo. Yo participé de muchos de estas reuniones. Sin embargo, cada año ésta fecha se vuelve más comercial, cientos de personas abarrotando los centros comerciales, miles de deudas se empiezan a generar, personas gastando más de los ingresos que perciben, comienza un estrés por encontrar y comprar, comprar compulsivamente, pero sobre todo personas tratando de llenar sus vacíos personales con comida, alcohol, compras, drogas, etc. Y así de esa manera perdemos el sentido completo de ésta celebración. El Nacimiento de Jesús, de quien sería nuestro redentor y salvador.  Como lo he mencionado muchísimas veces, el 25 de diciembre no es la fecha exacta en que nació Jesús, claro que no. Es más creo que nadie puede decir un día exacto. Sin embargo hace más