Noche Buena - Navidad


Cómo nada ya estamos a 24 de diciembre una vez más, este año ha pasado más rápido de lo normal, en los últimos años he "sentido" que el tiempo pasa más rápido de lo que estoy acostumbrado a vivir, sin embargo, este año en particular después de mayo, el tiempo se fue volando. En otro post, escribiré al respecto del evento que marco el mes de mayo. 

Por hoy sólo quiero dedicar un par de líneas alusivas al día de hoy. Mientras todo el mundo (probablemente no, puesto que los musulmanes no celebran esta fecha) está afanado por las compras navideñas, yo me he dedicado a pensar seriamente en lo que este día representa. Jesús ni cerca nació para éstas fechas, es más nadie podría asegurar a ciencia cierta que día fue el que Dios envió a nuestro Salvador. Hay mil y un pensamientos sobre si es bueno, santo, correcto o simplemente aceptable celebrar una fecha como ésta. En mi muy personal opinión creo que dedicar al menos un día al año a recordar el nacimiento de nuestro Salvador no está mal. Si recordar que nació de una virgen, en un pesebre, que fue perseguido para matarlo, que sólo las personas de corazón humilde y de sabios conocimientos pudieron adorarlo. ¿Por qué es que el rey no fue adorarlo? ¿Por qué no nació en un palacio? ¿Por que no nació en la ciudad más populosa y en una cuna de oro? 

Simple, porque el siendo el Rey de Reyes y Señor de Señores, nos da desde ese momento una lección de humildad, de que no iba a aferrarse a ese título para obtener beneficios o glorias terrenales.

Lo más importante del nacimiento de ese bebé, es que marco la historia de la humanidad, su nacimiento es importante, porque sin su nacimiento no hubiéramos tenido un redentor y un salvador. Es cierto, su muerte y su resurrección es nuestra esperanza de gloria en Cristo, pero sin su nacimiento lo anterior no sería posible. 

Eso es lo que quiero celebrar hoy, esperar que sea 25 de diciembre no porque sea importante la fecha, sino porque mientras que todos se preocupan por el pavo, la pólvora, la ropa, los tamales, los juguetes, las bebidas, etc. Yo quiero recordar una vez más que es por Él que sigo vivo, que puedo cantar y puedo estar agradecido por la vida que me permite, aún llena de pruebas, retos, dolor y desaciertos. Su salvación me llena de gozo y me da esperanza de enfrentar un año más. 

Isaías 9:6 (NTV)
Pues nos ha nacido un niño, un hijo se nos ha dado; el gobierno descansará sobre sus hombros, y será llamado: Consejero Maravilloso, Dios Poderoso, Padre Eterno, Príncipe de Paz.
Este verso me ha marcado mucho en las últimas semanas, ese bebé que ha nacido y que hoy quiero recordar, es para mí Consejero Maravilloso, Dios Poderoso, Padre Eterno y Príncipe de Paz. 

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