No soy zurdo...

Extraño el título de mi esta entrada, pero hay una explicación. 

Realmente no soy zurdo, soy derecho, escribo con mi mano derecha, tengo más fuerza en ella, así como de mis pies soy derecho. No tengo habilidades (ninguna), con mi mano izquierda. He pensado mucho que si llegara a quebrarme, o pasara algo con mi extremidades derechas sería un caos y un caso perdido. No soy para nada ambidiestro. 

¿A que va todo esto?

Hoy por la mañana, en la predica el pastor citó el pasaje que se encuentra en Isaías 40:11-13: 

11 He aquí que todos los que se enojan contra ti serán avergonzados y confundidos; serán como nada y perecerán los que contienden contigo. 12 Buscarás a los que tienen contienda contigo, y no los hallarás; serán como nada, y como cosa que no es, aquellos que te hacen la guerra. 13 Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo.

El Pastor hacía ver la enorme necesidad de entender que Dios está con nosotros actuando de una forma para nada lógica. A decir verdad, Dios no está diciendo que nos sentemos a esperar que el hará todo el trabajo, o que no luchemos, o que no hagamos la parte que no corresponde, sin embargo el pasaje es bastante revelador para quienes somos diestros. ¿Que pasaría si alguien nos tomará de la mano derecha y nos dijera ve a pelear pero no te sueltes de esta mano? En pocas palabras, no podría hacer nada, que sentido tuviera que yo fuera a pelear si no puedo hacer nada, sino tengo fuerzas en la mano izquierda. Aún en medio de saber que no puedo hacer nada con la izquierda Dios me dice, "No temas yo te ayudo". En pocas palabras que si deseo que Dios pelee mi batalla, me haga justicia y vea mi causa, no me queda más que rendirme y ser obediente.