No entregues tu poder



Como saben he iniciado la lectura del libro que me regaló mi papá hace aproximadamente un mes. Como se imaginaran, mi papá estuvo insistiéndome que iniciara la lectura del mismo, quiera o no era su regalo y quería que lo usara. Bien el libro llegó a mí más bien al azar, en medio de varios títulos y buenos autores como Joyce Meyer y John C. Maxwell. Sin embargo escogí Joel Osteen, más bien porque no había leído un libro de él. Sin embargo estuve renuente a leerlo porque el título del mismo “Cada día es viernes” me pareció sin duda un libro motivacional. Sin embargo no sabía lo que me esperaba al iniciar la lectura del mismo. Te invito a leer algunos fragmentos que me desafiaron a poner mi vida en perspectiva y analizar lo que realmente estoy pasando. Sin duda alguna puedo decirles que el libro para nada es “soso” sino más bien es bastante directo y en mi situación actual habla directamente a lo que mi corazón y mi mente luchan a diario.
“No podemos controlar nuestras circunstancias pero si nuestras reacciones ante ellas”
Esta es la frase que más me ha alborotado desde que termine de leer el capítulo dos. Es una gran verdad. Yo no puedo controlar que sucedan o no las cosas que me molestan, me intimidan, me atemorizan o me avergüenzan e incluso aquellas que me tientan. Pero yo tengo el poder de decidir cómo reaccionar ante ellas. Yo tengo y cada uno de nosotros tenemos el poder de decidir. En mi trabajo por ejemplo yo no puedo evitar que la gente me comente lo que otra persona diga sobre mí, pero si puedo evitar molestarme por dicho comentario.
“No tienes que responder a cada crítica. No tienes que demostrarle nada a nadie. Tan sólo permanece por encima y permite que Dios pelee tus batallas por ti. Algunos que se cruzarán en tu camino simplemente no quieren la paz contigo. A pesar de lo que digas o hagas, ellos no estarán conformes. Incluso si tú cambiases, ellos seguirán encontrando alguna razón para ser críticos. Tienes que aceptar el hecho de que a pesar de lo que hagas, algunas personas nunca estarán en paz contigo”.
Me vi tan reflejado en esta parte pues yo mismo a veces me encuentro tratando de demostrarle a mis compañeros de trabajo que tan bueno soy o que estoy a la altura de sostener y llevar a cabo cualquier trabajo y varios de ellos simplemente no quieren eso, sólo quieren ver las cosas que me salen mal. Lo mismo me pasa con mis luchas personales, el tratar de demostrar que ya soy o bastante maduro o que ya tengo cierto grado de entendimiento y se olvida esa parte, no tengo que demostrarle nada a nadie. 

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