Cambio Gratitudinal

Terminé de leer el libro de "Sea Agradecido" como comenté en post anteriores, me sentí súper retado y confrontado al leerlo y ver mi vida reflejada con actos de ingratitud, me di cuenta que de manera egoísta todas las situaciones que he estado viviendo las he enfocado y filtrado en si tienen algún beneficio o perjuicio para mi, lo que me ha llevado tal vez a vivir en murmuración o actitud quejumbrosa. Al llegar al capítulo 9, la autora menciona y hace una comparación entre la frase "cambio actitudinal" con la frase "cambio gratitudinal" refiriéndose a un cambio de actitud quejumbrosa a una actitud de gratitud. No es un cambio de la noche a la mañana sino un cambio gradual y dependerá muchas veces de ver nuestras situaciones.

Una de las recomendaciones que hace la autora para lograr una actitud de gratitud es "Rendir nuestros derechos a Dios". Nancy Leigh DeMoss cita un documento redactado por Rusell Kelfer donde realiza un compromiso de rendición a Dios. En este caso yo me uno a firmar el documento como compromiso de mi rendición a Dios y búsqueda de un espíritu agradecido. 

Habiendo nacido en el reino de Dios, por la presente, reconozco haber sido comprado por Dios, junto con todos los derechos y el control de mi vida por toda la eternidad. 

Además, reconozco que Él no me ha garantizado la libertad del dolor, el éxito o la prosperidad. No me ha garantizado salud perfecta. No me ha garantizado padres perfectos. No me ha garantizado hijos perfectos. No me ha garantizado la ausencia de presiones, malentendidos o persecuciones. 

Lo que Él me ha prometido es vida eterna. Lo que Él me ha prometido es vida abundante. Lo que Él me ha prometido es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza. Se ha entregado a si mismo a cambio de los derechos de mi vida. 

Por consiguiente, en este día, renuncio a todos mis derechos y expectativas, y humildemente le pido que por su gracia los reemplace con un espíritu de agradecimiento por cualquier cosa que, en su sabiduría, Él considere permitir en mi vida. 

José Manuel Castañeda