Tentaciones...

En los últimos días las tentaciones han crecido de manera exponencial, algunos me entenderán, porque al hacerlo de esta forma al principio no era tan fuertes como lo son ahora. A pesar de que dedico tiempo para mis cosas, para la iglesia, para mis amigos, para el colegio y para todas las cosas que hago, siento que aún me falta mucho mejorar mi tiempo de relación con Dios, apartarme leer la biblia, orar y meditar, ahora lo he comenzado a hacer, sin embargo las tentaciones permanecen ahí, aún tengo pensamientos y deseos que me sugieren satisfacerlos y sé que de esa forma no le agradan a Dios.

Sé puede decir tanto sobre la tentación, qué es, cómo vencerla, enfrentarla, etc. Pero es cierto o no que cuando nos sentimos tentados en lugar de correr hacia a Dios, nos avergonzamos y escandalizamos por lo que estamos pensando y sintiendo que tendemos ha alejarnos más de Dios. Hay que aclarar que la tentación se basa en un deseo pecaminoso o en un deseo legítimo y normal pero que sugiere satisfacerse de manera ilegitima. La tentación trabaja en cuatro pasos:


1. Se identifica un deseo, de allí que la Biblia diga que proviene dentro de nosotros.

2. Se crea una duda, ¿Será que estaré haciendo mal?

3. Engaño, se pinta como la solución a todo los deseos, sin importar las consecuencias.

4. Desobediencia, estamos convencidos de que es la forma en que debemos actuar.


Para este punto ya nos sentimos lo más despreciable de este mundo, pues como soy tentado así si digo creer en Dios, si digo que le amo, si digo que le temo, si asisto a la iglesia, si quiero integridad, como es que puedo mantener esos deseos en mi mente.

Sin embargo algunos autores indican y señalan que la tentación es una oportunidad para hacer el bien, una manera de llegar a la perfección de Cristo. En otras palabras la tentación es simplemente una elección. Una elección para decidir hacer el bien o hacer el mal, si escogemos hacer el bien nos estamos acercando al carácter de Cristo. Y esto lleva tiempo, al igual que la maduración de un fruto. El indicador de la maduración en Cristo es que vamos venciendo sobre la tentación, sin embargo no significa que estemos libres de tentación. ¿Cómo venzo la tentación?


1. Rehusarse a ser Intimidado: Es una realidad que la tentación nunca nos va a abandonar, pues es la consecuencia de vivir en un mundo caído. Seremos vencedores sobre la tentación pero no quiere decir que ésta desaparecerá algún día. Además la Biblia enseña “cuando sean tentados…” y no dice “si son tentados…” Y reconociendo que la tentación como tal no es pecado, sino que se convierte en pecado si cedemos ante ella.

2. Reconocer las tentaciones: Que situaciones, sentimientos, personas, lugares, emociones, condiciones me llevan a sentirme tentado y planear que hacer en ese momento.

3. Pedir Ayuda a Dios: Esto es muy importante, porque solemos alejarnos de Dios cuando nos sentimos tentados sin embargo es cuando debemos acercarnos pues la Biblia enseña: “Él entiende nuestras tentaciones porque el enfrento las mismas pero nunca pecó”, “Ustedes no han llevado tentaciones que no sean de género humano”.


Las tentaciones nos mantienen dependiendo de Cristo y generan un área del carácter opuesto a la tentación que vencemos.

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